miércoles, 3 de septiembre de 2008

RESEÑA DE LA ACCIÓN POR UN SAHARA LIBRE EL JUEVES 28

“Sólo a 100 km de canarias un pueblo lucha por la libertad. Hoy estamos en los puentes, en las fuentes, en las azoteas y en las calles de Tenerife para que lo sepas”. Esto se podía leer en los panfletos que circulaban por las calles de Santa Cruz el pasado jueves 28 de agosto tras la acción del Eje por un Sahara Libre de la I Semana de Lucha de la isla.


En la isla de Tenerife ha despertado un movimiento en apoyo a la causa saharaui. Es un movimiento nuevo, en crecimiento, y con la suficiente fuerza como para aspirar a un cierto eco mediático dado el carácter de su actividad. ¿Por qué suenan tan alto estas pretensiones?
Sabemos que no somos los primeros ni las primeras en denunciar el exilio forzoso de las y los saharauis que sobreviven en los campamentos de refugiados de Tindouf, o el sometimiento de las y los saharauis que sufren vejaciones, torturas, violaciones, secuestros, desapariciones y encarcelamientos, en los territorios ocupados por Marruecos. Pero sí en organizarnos con la perspectiva de que el tiempo de los coloquios y los video-forum se acaba. Si el Sahara Occidental no puede ejercer su derecho a la autodeterminación no sólo se desacredita la capacidad de la ONU para velar por la legalidad internacional, sino la de los gobiernos “democráticos” de Occidente para intervenir en favor de ésta. El pueblo saharaui engrasa sus armas tras 17 años de ejemplar espera pacífica al cumplimiento de la legalidad internacional: ¿es qué la sociedad civil se va a quedar muda ante la citada desacreditación? ¿Se va a quedar muda mientras democracias como la española se benefician de la injusticia, expoliando ilegalmente los recursos del territorio saharaui o vendiendo armas al ejército marroquí?
Nosotras y nosotros no. No pertenecemos a la generación canaria que emigró al Sahara Occidental para trabajar y que tuvo que regresar dejando los calderos al fuego con motivo de la venta española de un territorio que aún está “pendiente de descolonización”. No oímos nunca hablar en la escuela, y prácticamente nada supimos a través de los medios de comunicación, acerca del pueblo saharaui, aunque haya sido español hasta 1975 y viviera a menos de 100km de nuestra costa. Pero cuando corre mucha sangre se forman charcos.
Nosotras y nosotros nos hemos ido topando con estos charcos. Hemos descubierto la traición y la deuda que arrastra el estado español al tiempo que el alcance de la tiranía y la impunidad del reino de Marruecos. Somos una nueva generación que tras 33 años de invasión ha saltado la gruesa barrera comunicacional entre nuestra orilla y la orilla saharaui con la pretensión de demolerla.
Queremos insistir en que esta barrera está cementada en un silencio instituicional y mediático en el que intervienen intereses de diversa índole enmarcados en el ámbito de las relaciones internacionales del reino de Marruecos, país ocupante que se ha negado a cumplir las diferentes resoluciones de la ONU desde el pacto de paz en 1991 al amparo de una pasmosa pasividad internacional. Somos conscientes de que el trabajo de demolición del que hablamos depende en gran medida de la actitud de los medios de comunicación convencionales. Ellos tienen el poder de hacer visible lo invisible por medio de la difusión masiva de información.
Nosotras y nosotros tenemos la calle, la voz y las manos. Por eso hemos hecho y haremos uso de la desobediencia civil pacífica como medida de presión a instituciones políticas y medios de comunicación que complemente nuestra labor de concienciación. Ya hemos irrumpido con nuestros gritos en el Cabildo de Tenerife y en el Parlamento de Canarias en el momento de la recepción de las niñas y los niños saharauis que vienen a pasar en nuestra isla sus “Vacaciones en paz”. Nuestra pancarta decía: La verdadera ayuda, su libertad. Más hechos, menos fotos. Y así calentamos motores para la acción del jueves 28 de agosto, que quedó aplazada para el jueves previsto por I Semana de lucha de la isla de Tenerife porque el trágico accidente de Barajas copaba totalmente la atención de los medios de comunicación.
Ese día estuvimos en tres puentes de la autopista donde quedaron amarradas pancartas que hablaban del robo y el silencio de España o la inminencia del conflicto armado. La última invitaba a visitar nuestro pequeño blog, que es tan sólo un puente a la información en red sobre el conflicto y la lucha saharauis. El caso es que, en menos de una hora, aparecieron en una placita de un céntrico cruce de la capital otras tres grandes pancartas, mientras sobre el muro de la fuente adyacente aparecían compañeros y compañeras vestidas a la manera saharaui con la cara llena de golpes, cicatrices, moratones. Serías y serios, con carteles de Sahara Libre.
El silencio acabó cuando de la azotea de un conocido edificio que está en frente de la plaza se descolgó una bandera saharaui de unos 12 metros hecha con sábanas que teñimos y cosimos con nuestras manos. Se podía leer: Sahara Libre. Y así comenzaron nuestros gritos y consignas, mientras las compañeras y compañeros con melfas y turbantes caminaban por entre los coches y las aceras repartiendo panfletos.
Afortunadamente, estuvimos en torno a una hora en el lugar, con la bandera ya extendida y agitada por nuestras manos y ni un panfleto más para repartir. Eso nos permite hablar de éxito a pesar del vergonzoso silencio de la mayoría de los medios de comunicación convencionales locales.
Esperamos que esto sea sólo el principio. Pretendemos seguir reapropiándonos pacíficamente de los espacios donde las voces se oyen más alto o los mensajes se leen más claro. Porque la desobediencia obliga a una respuesta, y este movimiento está harto de silencio. Porque nunca hemos confluido tantas personas dispuestas a desobedecer por esta causa. Porque hemos encontrado en la I Semana de Lucha de la Isla de Tenerife nuestra mejor carta de presentación.

Eje por un SAHARA LIBRE

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En este blog no sólo aprecen actividades desarrolladas en el marco de la semana de lucha sino que también nos hacemos eco de acciones ajenas a la "semana de lucha" que queremos difundir