BARRIO POPULAR. Teatro de denuncia antipatriarcal en el barrio de tradición obrera de La Cuesta, en la localidad de La Laguna, el 22 de agosto.
/ Santa Cruz de Tenerife
El 18 de agosto, un pasacalles contra el Plan Bolonia recorrió las calles de Santa Cruz de Tenerife, denunciando la derivamercantilizadora de la universidad. Empezaba de esta forma y tras dos meses de asambleas la I Semana de Lucha Social de Tenerife, que nace fruto, en parte, del reencuentro veraniego en la isla de isleños que residen fuera de su tierra y con la intención de “visibilizar durante una semana luchas cotidianas. Luchas que pasan desapercibidas debido al poder convergente de los medios de comunicación, el poder económico y el poder político”, tal y como reza un escrito de presentación de las jornadas.
En la organización de la semana participaron alrededor de 50 personas de diferentes movimientos sociales de base, que se estructuraron en torno a cinco ejes temáticos : precariedad, migraciones, educación, antipatriarcado y la lucha por un Sáhara libre.
Semanas antes, unas 15 personas habían irrumpido en el Cabildo de Tenerife y el Parlamento de Canarias en el marco de la recepción que los políticos canarios ofrecieron a un grupo de niños y niñas saharauis y a las familias que los acogen, como sucede cada verano en el ámbito del programa “Vacaciones en paz”. Con una pancarta en la que podía leerse “Menos fotos, más hechos. La verdadera ayuda, su libertad” consiguieron ganarse el apoyo de familiares y niños.
Ya en plena Semana de Lucha Social, en el mediodía del 20 de agosto, dos personas disfrazadas de bonobús junto con otras personas se introdujeron en los vagones del tranvía en Santa Cruz para protestar por la subida de los precios del transporte público, que se han visto incrementados de la noche a la mañana en un 12%. Tal y como puede apreciarse en un vídeo que aparece en el sitio web de las jornadas (semanadelucha. blogspot.com), la reacción de los usuarios fue muy positiva. La nota negativa la puso la Policía, que disolvió a los manifestantes al término de la acción.
La Laguna
El viernes, el escenario elegido fue una plaza de un barrio de tradición obrera de la localidad de La Laguna, La Cuesta, donde personas de todos los ejes decidieron confluir para trabajar con gente del barrio y huir del centro como espacio político”. Nos llenamos la boca a la hora de hablar de movimiento obrero, y luego cualquier convocatoria huye de los barrios”, apunta uno de los miembros de la asamblea de la Semana de Lucha Social. Charlas, cuentos teatralizados, talleres, puestos informativos, una distribuidora… llenaron la plaza, donde participaron adultos y niños del barrio para tratar las problemáticas más acuciantes de la zona.
Durante la semana también se pintaron en las paredes de la capital murales referentes a los temas que se han trabajado, y se llevaron a cabo acciones anónimas, como la que hizo amanecer a 40 farmacias de la zona metropolitana con una plantilla en la que se leía : “Se venden complejos” y un texto que ya había aparecido en una acción similar en Madrid hace unas semanas titulado “Se acabó la violencia sutil…”. Éste hace referencia a la violencia que supone la publicidad y la venta de productos que crean y mantienen un estereotipo enfermo del cuerpo de las mujeres, en centros donde “nos venden salud”.
Según un miembro de la asamblea de la Semana de Lucha, su celebración “en ocasiones ha sido difícil ; somos personas muy distintas y el trabajo en asamblea requiere trabajo previo. Pero precisamente es lo que nos diferencia de otros sitios donde se trabaja desde el gueto político, las diferencias deben servir para enriquecernos. Esperamos que esto sea sólo el principio. Nuestras acciones han sido la invitación, la chispa que acaso encienda la mecha de una serie de respuestas fuertes que den cara, sobre todo en el Estado español y más allá, a la creciente gravedad de la injusta situación del pueblo saharaui.
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